21
maio
2014

Medio de oficio, estratega ahora, Simeone emitió el pasado lunes un flashazo ante los periodistas que asistieron a la jornada de puertas abiertas programada por el Atlético en el palco VIP del Calderón. “El medio del campo puede ser muy importante en el desarrollo del juego”, advirtió al ser preguntado por cuál será la clave en la final de la Champions frente al Real Madrid, dentro de tres días en Lisboa. Y, en consecuencia, así obra técnico rojiblanco, buen conocedor de los códigos que envuelven una cita tan decisiva como la que afronta su equipo. Es consciente El Cholo de que el duelo contra el conjunto de Carlo Ancelotti tiene una doble vertiente. Por un lado, la batalla táctica; por otro, el pulso de los mensajes en la guerra psicológica.

Convencido de que la batalla en la medular será la que decida la final, el argentino maneja diversas alternativas, siempre amarrado a su idea innegociable de que el equipo debe construirse de atrás hacia adelante. La incógnita de Diego Costa, que apura sus escasas opciones de jugar con una visita relámpago a la doctora Kovacevic, en Belgrado, condicionan su plan. En la sesión del martes, aún sin Arda, al que ha visitado su médico de confianza en Turquía por los problemas en la cresta ilíaca que arrastra a raíz de un golpe de Cesc en el Camp Nou, el preparador rojiblanco ensayó con un trivote formado por Tiago, Gabi y Mario Suárez. Este último como escoba y sus dos compañeros unos metros más adelantados. En esa ecuación, Koke y Arda, que podría jugar inflitrado, (o Raúl García) actuarían desplazados en los costados y Villa sería el único punta. No parece probable, sin embargo, que Simeone se decante por esta variable. Sus maniobras no se contemplan más allá de un simple juego al despiste. En la probatura de hoy en el Cerro del Espino, Gabi y Tiago volvieron a actuar de timoneles, con Raúl y Koke en las bandas y Adrián y Villa como doble referencia.

En la misma línea que su técnico, Juanfran, el jugador de campo más empleado por Simeone en la Liga (3.149 minutos) y el segundo en la Champions, igualado con Gabi (990), apunta a la media como epicentro del pulso en Lisboa. “En la Copa nos pillaron un poco de imprevisto, con Di María, Modric y Xabi Alonso nos superaron en el centro del campo y se llevaron el partido, pero en la Liga fue diferente. Teníamos la lección aprendida. Seguro que Ancelotti está buscando alternativas, pero nosotros también debemos buscarlas porque al fin y al cabo sólo empatamos el partido, no ganamos”, recordó.

Se refería el defensa a dos partidos que suponen una buena piedra de toque para diseñar la cita del sábado. En el de la Copa, la presencia de Di María como interior descuadró al Atlético. El Madrid pasó como un rodillo (0-2) por el Calderón. En el campeonato doméstico, el Atlético se repuso con Gabi y Mario como diques de contención. Ese día, como la ida copera en el Bernabéu, el enfrentamiento fue muy áspero. “Será una final de fricción y mucha ansiedad”, vaticinó Simeone. Vislumbra el argentino un partido bronco y áspero, muy exigente en el plano físico ante un rival muy potente en el cuerpo a cuerpo. “Sabemos cómo ganar”, avisó Godín.

El Pais

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