La Bolsa española está sufriendo este viernes su quinto día consecutivo de caídas y, además, con mayor intensidad que en las jornadas precedentes por el desplome de las divisas de los emergentes, especialmente del peso argentino. En el Ibex, la volatilidad del mercado cambiario ha llevado al selectivo a ceder un 3,64%, con lo que ha dicho adiós a los 10.000 puntos (9.868 enteros). El origen de las ventas es el temor a que la depreciación de las monedas de Latinoamérica reduzca el negocio de las empresas del Ibex con intereses en la región, que son prácticamente todas las grandes. La inestabilidad en las divisas también ha pasado factura al resto de plazas de Europa, aunque las caídas han tenido menos intensidad que en España.
“Hoy las bolsas están tocadas por tres razones: agravamiento en Argentina, noche asiática bajista —por la publicación de más malos datos de China, lo que agrava las dudas sobre los emergentes— y toma de beneficios tras el prolongado rally anterior. Frente a esto, no hay referencias que puedan impulsar al mercado”, han resumido los analistas de Bankinter.
Ante las dudas sobre el empuje de los emergentes después de que China haya encendido las alarmas, las divisas de los mercados emergentes se desplomaron. Entre ellas, aunque inmersa en su propia guerra, el peso argentino sufrió el mayor descenso diario desde la devastadora crisis financiera del país en 2002. La depreciación ha provocado que las compañías españolas con una exposición relevante en Argentina como BBVA, Mapfre, Telefónica, Endesa, Gas Natural o Dia, entre otras, hayan sufrido grandes caídas por el impacto negativo que tendrá la pérdida de valor de la divisa en el negocio que tienen en el país.
Por nombres propios, Mapfre ha liderado los números rojos con un recorte del 5,95%, IAG se ha dejado un 5,8% y Gamesa, un 5,33%. El otro valor que ha caído más de un 5% ha sido BBVA, con un 5,15%. En el caso del banco que preside Francisco González, el castigo ha venido también por otro frente: Turquía, donde el BBVA controla el 25% del Garanti y cuya moneda, la lira turca, también ha perdido posiciones frente a las divisas de referencia. De hecho, ha sido la segunda moneda que más ha caído tras el peso, lo que no es una buena noticia para el grupo español, que obtiene el 15% del total de su margen de intereses de la región.
A este respecto, el peso y la lira no han sido las únicas damnificadas por el incremento de la tensión en el mercado cambiario. Así, otras monedas emergentes como el rand sudafricano o el dólar australiano han tocado mínimos en los últimos cinco y tres años y medio, respectivamente. Y eso que el dólar estadounidense que les sirve de referencia también ha sufrido porque, al ser la moneda del comercio por excelencia, no le sientan bien las dudas sobre la salud de la economía de los emergentes. De hecho, el billete verde ha registrado su mayor descenso diario de los últimos cuatro meses. Frente a esta evolución negativa, el yen, el franco suizo y el euro, que ha rozado los 1,37 dólares, se han visto beneficiados por su condición de valor refugio y se han mantenido fuertes.
Pese a que España está en el euro y su deuda se fija en la divisa europea, los bonos del Estado español no se han librado del trasvase de la tensión de las divisas al mercado soberano de renta fija. Por la tarde, la rentabilidad de los títulos a 10 años ha subido al 3,78%, lo que ha empeorado la prima de riesgo. No osbtante, el factor determinante para el aumento de este indicador, que equivale al sobreprecio exigido a la deuda del Tesoro frente a la alemana, de referencia, ha sido el descenso del bund. En concreto, la rentabilidad exigido a los bonos de Alemania ha caído hasta su nivel más bajo en seis meses, con un 1,64%. Por ello, la prima de España ha llegado a 212 puntos básicos, ocho más que el jueves y la cifra más alta desde el 2 de enero.
por lo que respecta Por culpa de la mayor cautela de los inversores, las ventas sobre los títulos del Tesoro han aumentado el diferencial del bono a 10 años con su equivalente alemán hasta los 210 puntos básicos, unos seis más que el cierre la víspera y su mayor nivel desde el 2 de enero.