Los protagonistas del día en Arco, incluso en una jornada de inauguración oficial a cargo de los Príncipes de Asturias, tan sobrada de personalidades de postín, han sido dos amigos, cocineros para más señas, llamados Ferran Adrià y Juan Mari Arzak. El primero es el protagonista del estand de EL PAÍS en la feria, una especie de gabinete de curiosidades levantado para albergar la complejidad de su pensamiento aplicado a los fogones, el mismo que hizo de él el mejor cocinero del mundo durante dos décadas. El segundo, simplemente, había venido a conocer las ocurrencias del viejo camarada, como siempre han hecho el uno con el otro y sus respectivas revoluciones.
De modo que, pese a que el protocolo dictaba que en el tradicional paseo por los pabellones, sus altezas tenían programado unos cuantos minutos por estand, el magnetismo de los dos viejos amigos ha propiciado una larga conversación de casi un cuarto de hora entre Adrià, Arzak, el príncipe Felipe, Doña Letizia y Javier Moreno, director de EL PAÍS, y Vicente Jiménez, director adjunto.
Los príncipes han demostrado un gran conocimiento de las últimas evoluciones de Adrià, que anda embarcado, desde la clausura de elBulli en el verano de 2011, en una revolución creativa sin precedentes en la cocina, que ya ha cristalizado en una exposición en el Drawing Center de Nueva York recién inaugurada y en el estand de EL PAÍS, diseñado en colaboración con el estudio Bestiario, donde los visitantes pueden vislumbrar cómo funciona su cabeza a través de un mapa del genoma gastronómico y una historia de la alimentación desde el big bang a nuestros días. Las próximas paradas de esta odisea serán la exposición que le dedicará en otoño la Fundación Telefónica (donde ayer dio una charla junto a Vicente Jiménez y Carles Francino) y, finalmente, la apertura de elBulli Foundation, en la parcela de Roses que ocupaba el restaurante.
Durante el paseo por Ifema, Los Príncipes de Asturias se han visto acompañados por José Igancio Wert, ministro de Cultura, el secretario de Estado José María Lassalle, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, Luis Eduardo Cortes, presidente de Ifema, y Carlos Urroz, director de Arco. En el programa de galerías visitadas figuraron, entre otras, la finlandesa Forsblom, Kewenig, donde les esperaban Carmen Cervera y Guillermo Solana, director artístico de la Fundación Thyssen, Helga de Alvear, Chantal Croussel, Oliva Arauna, Max Estrella o Javier López, espacio en el que los Príncipes de Asturias se interesaron por una piedad invertida de Marina Vargas y un óleo de Alex Katz. También recaló la comitiva en los espacios dedicados al nuevo arte latinoamericano y a la representación finlandesa en la feria, país invitado de esta edición.