Sí, ocurrió. En A Coruña tocaron una vez Bob Dylan, Robert Plant, Neil Young, The Kinks, Chuck Berry, Wilson Pickett, Jerry Lee Lewis y Sting, entre otros, dentro de un mismo festival. Todos se dieron cita en el estadio de Riazor bajo el nombre de Concierto de los Mil Años. Tuvo lugar los días 8, 9 y 10 de julio de 1993. Y dejaron un mito para la historia que hoy cumple 20 años. Podría haber sido incluso mayor. En los meses previos, cuando iba cayendo el goteo de nombres, se llegó a hablar de Dire Straits, Johnny Winter, Black Crowes, Van Morrison y, ¡ays!, de The Velvet Underground. Aquel año los autores de White Light / White Heat estaban en plena gira de reunión. Verlos entonces, cuando la maquinaria festivalera en España apenas existía, hubiera roto todos los moldes. Sin embargo el plantel, espectacular, supuso todo un banquete para un público que jamás volvió a disfrutar de algo así en la ciudad. Tampoco fuera de ella.
Las crónicas hablan de 80.000 personas. Y la memoria ciudadana del No hay habitaciones colgado en todos los locales de hospedaje de la ciudad, hasta el punto de permitirse acampar en zonas como la plaza de Portugal y la playa de Riazor. Lo cierto es que la fotografía de aquellos días de A Coruña resultó impresionante. La Xunta, que celebraba el primer gran Año Xacobeo, había contratado a grandes estrellas como Prince o Bruce Springsteen para Santiago. Pero el plato fuerte quiso que se celebrase en Riazor. Por supuesto, la cosa trascendía a Galicia. Entonces eventos como Benicasim no existían ni en la imaginación. Habría que esperar dos años más para que, en 1995, surgieran el Festimad y Fib. Y luego, en 1996, el Doctor Music. Los grandes momentos no iban más allá de la gira de U2, Rolling Stones, Bruce Springsteen, Depeche Mode o el grupo grande de rigor. El indie aún estaba confinado en el gueto de las salas y algo como el Concierto de los Mil Años se erigía en la gran cita nacional del año.
Los que acudieron pudieron disfrutar de alguna actuaciones históricas, otras aceptables, varias decepciones y un escándalo final. Tomando como referencia el artículo publicado sobre el evento en el número 0 del Feedback-zine (el primer fanzine editado por un servidor con 17 años) y tirando de lo que quedó almacenado en la memoria, vamos a intentar reconstruir el relato de lo que allí sucedió. Teniendo en cuenta las circunstancias, serán líneas necesariamente subjetivas, seguramente prostituidas por la emoción de haber sido mi primer gran festival musical y con cierta nostalgia de un tiempo en el que A Coruña atraía a grandes nombres con cierta frecuencia.