24
set
2013

Por primera vez desde 1979, un presidente de Estados Unidos considera que el líder de Irán podría tener en sus manos un mandato para poner en marcha la diplomacia y superar décadas de enfrentamientos. “No creo que nuestras diferencias se puedan resolver de la noche a la mañana, pero desde que llegué a la presidencia defendí que preferíamos resolver las diferencias con Irán, con motivo de su programa nuclear, de manera pacífica”, ha declarado el presidente Barack Obama, en su discurso ante la 68º Asamblea General de Naciones Unidas.

Para ello, Obama ha anunciado que ha pedido a su secretario de Estado, John Kerry, que impulse un acuerdo en materia nuclear con el Gobierno de Irán para resolver el conflicto del programa nuclear por la vía diplomática, que tendrá una primera concreción en una reunión que se celebrará con el ministro iraní de Exteriores este próximo jueves en la ONU, en lo que será el encuentro de mayor nivel entre responsables de EEUU e Irán desde 1979.

Obama ha señalado que las declaraciones positivas emitidas por Teherán en las últimas semanas sobre que Irán no construirá armas nucleares “deben ofrecer la base para un acuerdo significativo” y ha pedido al régimen que de pasos “verificables y trasparentes”.

El presidente ha declarado que EE UU no busca un cambio de régimen en el país de los ayatolás y que respeta el derecho del pueblo iraní a tener acceso a la energía nuclear “con fines pacíficos” pero ha insistido en que el país –signatario del TNPN, Tratado de No Proliferación Nuclear- se sume al protocolo que posibilita que se realicen inspecciones si notificación previa.

Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde hace 34 años, rotas en 1979 –Washington no rompió inmediatamente con el país tras el derrocamiento del shá- tras el asalto a la embajada estadounidense en Teherán que desató la conocida como crisis de los rehenes, que mantuvo durante 444 días secuestrados a medio centenar de diplomáticos.

Sin embargo, en las últimas semanas y tras asumir el poder el nuevo presidente de Irán, Hasan Rohani, parece que existiría la posibilidad de un deshielo en las relaciones entre ambos países. Por primera vez, el prsidente del país parece contar con vía libre para negociar un acuerdo en materia nuclear con el visto bueno del líder supremo del régimen, Ali Jamenei. De hecho, Obama ha recordado en su discurso la fatua emitida por este contra el desarrollo de las armas nucleares y Rohaní ha insistido en que su país no tiene intención de fabricarlas. “Creo firmemente que hay que probar la vía diplomática”, ha recalcado Obama.

Las fichas del tablero de la política internacional se mueven deprisa y si hace una semana el tema que estaba sobre la mesa era la guerra en Siria y la intervención de la comunidad internacional en aquel país, el asunto que hoy ocupa toda la atención mediática es si finalmente habría reunión entre Obama y Rohaní y se abriría la puerta a una solución sobre la cuestión nuclear iraní.

Obama ha comenzado su discurso de casi 50 minutos –deberían de haber sido 15- con una nota de realismo político al decir que “los creadores de este organismo no fueron tan inocentes como para asumir que sería capaz de resolver todos los conflictos”. A su vez, el presidente ha declarado que si el organismo internacional quiere ser tomado en serio debe de demostrar que cumple con lo que está en su letra fundacional y que por tanto debería de respaldar el acuerdo que maneja Washington y Moscú para que el régimen sirio entregue sus armas químicas.

Criticando la parálisis a la que está sometida la organización desde el inicio de la crisis siria hace más de dos años y medio, el presidente ha recordado que hasta que no hubo “una amenaza de ataque, el Consejo de Seguridad de la ONU no había demostrado ninguna intención de actuar al respecto. “Nuestra respuesta no ha estado a la altura del desafío”, ha dicho el mandatario. “La crisis en Siria y la desestabilización de la región se sitúa en el corazón de retos más amplios que debe de enfrentar la comunidad internacional”.

El presidente ha dicho ser consciente de las críticas que despierta EEUU y su supuesto intervencionismo pero ha sido tajante al afirmar que, en su opinión, “el peligro para el mundo no es una América deseando involucrarse en todos los conflictos, sino que América deje de comprometerse”.

Obama ha repasado los desafíos tanto de EE UU como internacionales en los últimos años, desde la crisis económica hasta el final de las guerras en Irak y Afganistán. “Para EE UU esto ha significado el alejamiento de un estado de guerra permanente”, se ha congratulado el presidente. “El mundo es ahora más estable de lo que lo era hace cinco años pero cualquier lectura de los titulares de prensa nos revela que siguen existiendo grandes desafíos”, ha dicho Obama mencionando los últimos atentados, desde Kenia hasta Irak o Pakistán

Si hace unas semanas Obama estaba dispuesto a atacar Siria sin el visto bueno del Consejo de Seguridad, hoy el presidente ha buscado su complicidad. “Creemos que en Siria el punto de partida debe ser que la comunidad internacional asegure la prohibición de las armas químicas”, por lo que ha pedido al Consejo que garantice que ese tipo de armas no sea usado ni en Siria ni en ningún otro país, así como ha insistido en la necesidad de que se “verifique” que Bachar Al Asad cumople con sus compromisos. “Si lo logramos, enviaremos un mensaje contundente de que el uso de armas químicas no tiene lugar en el siglo XXI”, ha subrayado.

Dicho lo anterior, el presidente ha recalcado que “el acuerdo sobre las armas químicas debería dar paso a un acuerdo político más amplio”, ya que “la intervención militar no llevará a una paz duradera en Siria”. “EE UU está preparado para utilizar todos sus recursos, incluida la fuerza militar, para defender sus intereses”, ha recordado Obama cuando al detallar la política estadounidense en Oriente Medio y el Norte de África.”Nunca vamos a tolerar el uso ni la distribución de armas de destrucción masiva y rechazamos la fabricación de armas nucleares”, ha asegurado el presidente en un discurso que le abría la puerta tanto para exponer su postura sobre Siria como para enviar un claro mensaje a Irán.

Obama prevé reunirse hoy en la ONU con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y la próxima semana recibirá en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El Pais

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