11
nov
2015

Aunque la selección argentina se perdió cuatro Mundiales (Francia 1938, Brasil 1950, Suiza 1954 y México 1970), solo faltó a la cita mexicana por no sellar su visado en las eliminatorias. En las otras tres ocasiones desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), por cuestiones de orgullo (o de zoncera), se optó por no participar. En cualquier caso, para la albiceleste la clasificación a los mundiales siempre fue tierra hostil. El camino para Rusia 2018 no arrancó iluminado para el equipo del Tata Martino: sufrió un tremendo revés frente a Ecuador en el Monumental (0-2) y empató con Paraguay en Asunción (0-0). Este viernes llegan Neymar y sus muchachos a Buenos Aires y Argentina anda coja: Messi, lesionado, lo mirará desde su sofá verde de Barcelona.

Mientras la figura de Neymar crece día a día en el Barça, en la Canarinha nadie duda de que están encomendados a su talento. “Brasil es un equipo muy diferente cuando juega Neymar”, afirma Muricy Ramalho, exentrenador del Santos. “¿Es una presión extra para él?”, se cuestiona el técnico paulista; “no creo, Ney sabe que es el único diferente”. El 11 azulgrana llega encendido a Buenos Aires. Es el Pichichi de la liga española, ha marcado 11 goles en los 10 partidos que ha disputado. Y suma un total de 13 tantos en lo que va de temporada. El 10 de Brasil puede aprovecharse de una argentina golpeada y conquistar Buenos Aires.

Ocurre que Argentina no solo extrañará a Leo Messi. Agüero, Zabaleta y Garay están lesionados y el médico de la plantilla, Daniel Martínez, trabaja para que Tévez y Pastore (tocados) puedan jugar frente a La Canarinha. “Carlos tiene un esguince en la rodilla derecha y Pastore sufre una molestia muscular en el gemelo derecho. Por eso los evaluaremos para saber si están en condiciones de jugar”, explicó Martínez. “Es obvio que quiero jugar contra Brasil”, soltó el exjugador de la Juve. “Decidiremos qué es lo mejor para la selección y para mí. Ojalá podamos dar una buena noticia”, añade Tévez. Martino pierde a sus cracks en las eliminatorias y en Argentina no olvidan cuento, históricamente, les costó conseguir el billete a los mundiales.

Para llegar Estados Unidos 94, Argentina tuvo que recurrir a un Maradona medio retirado y clasificó al mundial tras vencer al Australia en la repesca. La historia en México 86 no se hubiese teñido de albiceleste, si entre Daniel Passarella y Ricardo Gareca no firmaban ese gol agónico en el Monumental frente a Perú en 1985 (2-2) en el último partido de la clasificación. “Las Eliminatorias sudamericanas son las más difíciles del mundo”, asegura Enzo Francescoli, que jugó con Uruguay los mundiales de México 86 y de Italia 90. “Son las más complicadas por la competitividad de los participantes y las diferencias geográficas y climáticas entre los distintos países”, explica Gareca, actual técnico de la selección peruana. “Son durísimas para todos y totalmente diferentes de cualquier otro torneo. La mayoría de selecciones tienen grandes jugadores que compiten en Europa”, completa el entrenador argentino.

Tras el partido frente a Brasil, la Albiceleste visitará a Colombia el próximo martes. Tiene trabajo Martino, la Argentina deberá sobrevivir sin Messi. No sólo eso: esperan a un Neymar en ebullición.
El Pais

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