Una encuesta de Datafolha con hinchas que fueron a ver el partido de Brasil contra Chile el sábado pasado (28) en Belo Horizonte confirma la percepción acerca de que quien frecuenta los estadios del Mundial es la “elite blanca”.
Entre los 693 entrevistados en los accesos al estadio, un 67% se declara blanco y un 90% pertenece a las clases A o B.
Los porcentajes contrastan con el perfil de la población brasileña, cuya mayoría (41%) se declara mestiza: en la encuesta en el estadio es el 24%. El índice de los que se declaran negros es de 6% y es menos de la mitad de la población en general, de 15%.
El margen de error es de 4 puntos, para arriba o para abajo. El nivel de confianza es del 95%.
Datafolha también midió la percepción en relación al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff (PT) y constató que es mucho peor entre este público que entre la población en general.
Quien siguió de cerca el partido del Mundial el sábado considera la gestión federal mala o muy mala (55%). Es casi el doble del número que arrojó una encuesta nacional realizada al inicio de este mes, en donde casi 38% clasificaron al gobierno como regular y 33% como bueno o muy bueno.
Pero la mala evaluación del gobierno federal no significa apoyo a los abucheos que la presidenta recibió en el partido de apertura del Mundial, en São Paulo: el 61% dijo no estar de acuerdo con la actitud.
La asociación del abucheo con la “elite” vino desde el ex presidente Lula, que intentó minimizar el peso de los insultos afirmando que la hinchada no representaba al pueblo brasileño.
Al día siguiente del evento, Lula declaró que “no había nadie con cara de pobre” en el estadio. “Era la parte bonita de la sociedad”.
El clima de Mundial puede ver influenciado en el sentimiento general: el 91% dice tener más orgullo que vergüenza de ser brasileño, ante un 77% de los participantes de la encuesta nacional realizada a comienzos de mayo.
MÁS ESCOLARIZADOS
El hincha que fue al estadio es bastante escolarizad: 86% tiene estudios superiores, ante un promedio de 16% entre la población en general. Y también es más joven que el promedio nacional (34 años contra 42). Predomina el sexo masculino: de cada 4 fanáticos, 3 son hombres.
La clase media brasileña, que ascendió en la era de Lula, está muy poco representada en el estadio. Sólo un 9% de los presentes eran de la clase C, mientras que en el total de la población el número llega a representar al 49%.
La clase B era la más presente en el estadio (61%), seguida por la clase A (29%).
Casi 9 de cada 10 hinchas brasileños integran la llamada población económicamente activa: 48% son asalariados, 13% empresarios y 10% empleados públicos. Entre el 12% no activo, 8% son estudiantes.
En términos de renta, el hincha de este Mundial se asemeja a un habitante de barrios nobles de la capital paulista, como Moema (zona sur) o Jardim Paulistano (zona oeste).
Es todavía más escolarizado y más diversificado étnicamente. Negros y mestizos son menos de un 15% en esos barrios, mitad de lo que se vio en el estadio.
HINCHADA REGIONAL
En el partido del Mineirão, prácticamente la mitad de los hinchas era de Minas Gerais. Uno de cada cuatro era de São Paulo y 9% de Río.
Cruzeiro y Atlético-MG dominaron: 22% se declararon del primero de los equipos y 18% del segundo. Las hinchadas más grandes del país, Flamengo y Corinthians, empataron con un 12% ambas.