Una intensa sensación de vacío en el estómago. La libertad más absoluta. Imágenes desde un ángulo desconocido que se clavan en la retina y en ese lugar escondido del cerebro donde se almacenan los recuerdos que se convierten en tesoros. Quien haya soñado que vuela; quien se haya lanzado desde un avión con una mochila que lo abraza por la espalda; quien se haya descolgado de un puente con una goma a sus pies sabe cuál es la sensación del vuelo.
Algún eco de esas emociones debieron recorrer la mente de Ángel Sánchez Serrano (Madrid, 1968) cuando entró de aprendiz en 1985 en Construcciones Aeronáuticas S.A.. También la historia familiar, su padre y su abuela ya trabajaban ahí: “Mi padre desde 1949, mi abuela antes, aunque no sé la fecha”. Hace más de una década, en la mudanza de sus padres, “hubo que dar la vuelta a toda la casa”. En ese movimiento del pasado aparecieron cinco fotos, con esa pátina que solo el tiempo puede dar a los momentos especiales de la historia. “En ese momento empecé, sin saberlo, el comienzo de la historia que hoy es un libro”, explica Sánchez. Es Imágenes de un sueño. En los inicios de la aeronáutica española, 1919-1911. Un proyecto que ha editado la Fundación Aena.