La luz roja ha teñido hoy los números del Museo del Prado, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de una auditoría anual de las cuentas de la pinacoteca. Según esta, la institución registró durante el ejercicio de 2012 un resultado económico negativo de 1,096 millones de euros que, tenidas en cuenta las amortizaciones, arroja un resultado presupuestario de 116.289 euros de pérdidas, cifra que fue explicada al Patronato por Carlos Fernández de Henestrosa, director adjunto de Administración. Estos números contrastan con los beneficios registrados en 2011 y que ascendieron a 3,586 millones de euros.
“La reducción de los ingresos obedece fundamentalmente a que las transferencias del Estado fueron minoradas en el 25,24%” en ese periodo, en el que se llegó al paroxismo de una tendencia sostenida que arroja una disminución de las aportaciones públicas de en torno al 50% desde 2009. Esta caída libre se ha visto amortiguada en los últimos años por el aumento de los ingresos propios (2012 fue el año en que el Prado comenzó a abrir siete días a la semana, con su efecto en la venta de entradas), así como en una mayor presencia de los patrocinios privados, pese a que la auditoría detecta una disminución de estos de un 26,67%.
“Esas aportaciones de la sociedad civil se han mantenido, incluso han crecido”, aclara Fernández de Henestrosa. “La explicación a esos números publicados en el BOE está en que en 2011 el dinero obtenido por la itinerancia de exposiciones en el extranjero se computaba como patrocinio y en 2012 se considera dentro de la casilla de Otros ingresos de gestión ordinaria”. Estas muestras viajeras, como Portrait of Spain. Masterpieces from the Prado, que recaló el año pasado en Brisbane (Australia) o Houston, reportaron al museo tres millones de euros. Además, recuerda Fernández de Henestrosa, no es la primera vez en la historia reciente de la pinacoteca en que esta registra pérdidas. La última fue en 2010, cuando la institución adquirió El vino de la fiesta de San Martín, de Bruegel el Viejo, por siete millones de euros.
La auditoría llega en la misma semana en la que se ha conocido el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014, que ha deparado mejor suerte que la del año pasado para el Prado; la institución cuenta con un presupuesto para el próximo ejercicio de 39,11 millones de euros, frente a los 38,46 millones del año anterior. En previsión de que el dinero público no vuelva de momento por donde se fue, los responsables del museo siguen empeñados en aumentar el porcentaje de lo privado. Si todo marcha según el Plan de Actuación del Prado 2013-2016, presentado en mayo pasado, los ingresos de esta clase supondrán en 2016 el 70% del presupuesto frente al 60% actual.
Ese vaticinio se dio a conocer en el mismo acto en el que los responsables del museo compartieron la previsión de que los visitantes caerán este año una cuarta parte, siempre y cuando Velázquez, objeto de una exposición histórica que abre sus puertas la semana que viene, no lo remedie.
El Pais