El interés exigido a los bonos de España en el mercado secundario, que es donde se negocian los títulos del Tesoro una vez emitidos, ha bajado este martes a mínimos de 2006, con lo que vuelven a niveles muy anteriores al estallido de la crisis del euro en 2010. Nunca en estos siete años los inversores se habían conformado con una rentabilidad del 3,5% para comprar los bonos a 10 años de España. La mejora, además, no ha podido llegar en mejor momento ya que el instituto emisor tiene previsto volver a pedir a lo largo de este 2014 una cantidad récord de dinero al mercado.
Gracias a la mejora del interés al que se mueven los bonos, la prima de riesgo, que es el diferencial entre este y la rentabilidad de sus homólogos alemanes, ha bajado hasta los 185 puntos básicos. En su caso es el nivel más bajo desde el pasado 9 de enero, cuando llegó a tocar los 175 en algunos momentos de aquella sesión. En lo peor de la crisis del euro, en verano de 2012, rebasó los 640 puntos, con la rentabilidad de la deuda sobre el 7%. De entonces a esta parte, las claves que explican la recuperación pasan sobre todo por Fráncfort, donde está la sede central del BCE, y en Bruselas.
En el primer caso, por la decisión del presidente del BCE, Mario Draghi, de anunciar un plan de ayuda para los países en apuros a cambio de más reformas. En el segundo, porque la Comisión Europea abrió la mano con el déficit. Con estas muletas y una campaña de financiación muy acertada por parte del Tesoro Público, España ha podido revertir la difícil situación provocada por la crisis y tocar mínimos en los últimos siete años.