Una mujer que se atrevió a romper con lo más sagrado, la maternidad. La tragedia de Medea, esa mujer que se sintió traicionada por su marido Jasón y que culminó la más cruel de las venganzas matando a sus propios hijos, da hoy miércoles el pistoletazo de salida a la 61ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Ana Belén y José Carlos Plaza son los encargados de poner sobre el escenario el mito del desequilibrio.”Medea representa como nadie el mito de la subversión, es el gran personaje revolucionario que rompe el equilibrio que los valores occidentales plantean entre el mundo femenino y el masculino”, asegura José Carlos Plaza sobre la obra. Director y actriz, una sólida pareja teatral desde hace años, culminan así la trilogía de tragedias griegas que han representado en Mérida en torno a poderosas mujeres: Fedra (2007) y Electra (2012).
A sus 64 años, Ana Belén parece solo asustada por el tremendo calor que estos días azota la ciudad de Mérida. Convencida de que esta nueva incursión en un mito trágico va a significar algo importante a nivel personal (no solo interpretó Fedra y Electra, sino también hizo Antígona, en un montaje dirigido por Miguel Narros en 1975), Ana Belén resalta la riqueza de un personaje tan poliédrico. “Medea subvierte el orden que se le supone a una mujer, amputa su maternidad y se amputa como mujer”, advierte la actriz, para quien es la propia Medea, medio hechicera y bruja, la que crea el mito de Jasón. “Cuando se siente traicionada por ese mito que ella misma ha creado es cuando urde la venganza y se traiciona a sí misma”, añade Ana Belén, que confiesa no sentirse presionada por el gigantesco aforo —3.000 personas— del teatro romano de Mérida, sino por el escenario que ha acogido las más grandes representaciones, los mejores intérpretes y las obras más bellas de la literatura griega. “Todos han ido dejando una huella en la arena de este teatro que me impone mucha responsabilidad pero también mucho orgullo”.