10
set
2014

A las 11 de la mañana de hoy, miércoles, Emilio Botín iba a protagonizar uno de los actos culturales más importantes de la temporada: la presentación de la restauración de La educación de la Virgen, obra atribuida a Velázquez en 2010, un lienzo temprano del artista sevillano fechado en 1617 y descubierto de manera casual en los sótanos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, por John Marciari, comisario de pintura española e italiana en el Museo de Arte de San Diego. Sucio y con roturas, ha sido restaurado por Ian Macclure y Carmen Albendea. Ambos expertos iban a acompañar al presidente del Santander en un acto que ahora ha sido aplazado indefinidamente.

El escenario previsto para mostrar el nuevo aspecto del cuadro era la gran sala de exposiciones temporales de la Ciudad Financiera en Boadilla del Monte, justo debajo del despacho en el que trabajaba Emilio el banquero. Allí iba a permanecer expuesto al público hasta el 8 de octubre y después viajaría a Sevilla para formar parte de una exposición en el Centro Velázquez que dirige Benito Navarrete. Concluida esa exposición, la obra que Velázquez pintó con solo 18 años, volverá a lo que ya será su domicilio permanente, la Universidad de Yale.

La recuperación de este cuadro esencial para entender la forma de trabajar de Velázquez en sus primeros años no es, ni mucho menos, una excepción en la actuación como mecenas del Banco de Santander. A través de la Fundación del Banco, la programación de exposiciones ha sido incesante durante las últimas décadas. En sus sedes se ha podido ver a los artistas contemporáneos más interesantes y las colecciones privadas internacionales más relevantes. Por citar algunos ejemplos, baste recordad las dedicadas a Daumier o Gutiérrez Solana o las colecciones privadas de Sandretto Re Rebaudengo, la Rubell Family, Daros Latinoamérica o la Cranffordt.

Pero puede que su mayor implicación personal hacia el mundo de la cultura se haya producido en su cantabria natal a través de la Fundación Botin, entidad estrictamente familiar fundada por su tío Marcelino hace medio siglo y presidida por él desde hace veinte años.

En Cantabria deja inconcluso su proyecto más querido: el Centro Botín. diseñado por el arquitecto genovés Renzo Piano, un edificio de 6.500 metros protagonizado por la luz y el agua, proyectado para acoger a 140 visitantes solo en su primer año, que según lo previsto será 2015.

Iíñigo Saínz de Miera, director del centro desde hace 5 años, explica que el proyecto nace para convertirse en una referencia mundial para el mundo artístico y educativo. “La programación artística va a ser de primer nivel”, anuncia Sainz de Miera. “Al frente de las exposiciones está Vicente Todolí (ex director de la Tate Modern) con un equipo asesor de primer orden. no habrá nada que envidiar a ningún otro museo nacional o internacional. Quiero añadir que las ayudas científicas y el Programa de Inteligencia Emocional creado para los colegios, ocupaban el mismo lugar prioritario entre sus intereses”.

El Pais

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