10
dez
2013

La población española cayó durante el primer semestre del año en 118.238 habitantes debido a la agudización de la dinámica demográfica que caracteriza a la España de los últimos tiempos: el crecimiento natural (nacimientos menos muertes) apenas se incrementa, cada vez salen más inmigrantes y llegan menos. La cifra de habitantes a 1 de julio de 2013 es de 46.609.652.

Las estadísticas de migraciones de la primera mitad de 2013 que este martes ha difundido el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que por tercer semestre consecutivo, España pierde población; que la caída es cada vez más acelerada; que, por poco, el saldo entre nacimientos y muertes sigue siendo positivo; y que, a pesar de lo cual, la sostenida y creciente fuga de población al exterior hace que el número de residentes caiga cada vez más.

El descenso de población en el primer semestre del año ha sido del 0,25%, notablemente superior a los dos semestres anteriores (0,06% y 0,13%). El motivo de la pérdida de habitantes no se debe a que mueran más residentes de los que nacen. Durante el periodo analizado, hubo 210.199 partos y 203.522 defunciones, lo que arroja un saldo vegetativo positivo de 6.678 personas.

La causa está en el saldo migratorio. Y, concretamente, en la salida de extranjeros no nacionalizados, es decir, de inmigrantes que acudieron a España en busca de trabajo y que salen del país debido a la falta de expectativas. La población extranjera se ha reducido en 202.193 personas (un 4%) entre enero y julio de 2013, hasta situarse ya por debajo del listón de los cinco millones de personas. Es verdad que a ello ha contribuido el el número de nacionalizaciones. Pero, sobre todo, a la emigración de los inmigrantes.

De las 259.227 personas que han abandonado España, el 85% son extranjeros (219.537). Y la tasa aún es más contundente si a esta cifra se suman los españoles nacidos en el extranjero (mayoritariamente personas que han adquirido la nacionalidad española). En este caso, el 90% de los emigrantes son o foráneos o personas nacionalizadas españolas. En otras palabras, de todo este flujo de ciudadanos hacia el exterior, solo el 10% son nacidos en España (13.409).

Este movimiento de salida de población que alcanzó las 259.227 personas en el primer semestre del año apenas se compensó con la entrada de 134.312 (de los que 119.482 son extranjeros). El resultado es un saldo migratorio negativo de 124.915 personas, que crece respecto al del mismo periodo de 2012 (-83.299), 2011 (-59.253), de 2010 (-13.872) y de 2009 (-23.826). Y, por ello, la caída de población de 118.238 personas.

El Pais

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