03
mar
2014

Christine Lagarde ha aprovechado su primera visita a España como directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) para lanzar un mensaje de apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy. Pero también para ponerle más deberes. Lagarde, invitada estrella al Global Forum Spain, el gran acto en Bilbao con el que el Gobierno español quiere proclamar la vuelta de España al crecimiento, ha reclamado al Gobierno que no baje la guardia y continúe con las reformas. En concreto, ha pedido al Gobierno de Rajoy más reformas laborales, una reducción del déficit apoyada en los impuestos indirectos y más facilidades para crear empresas.

“Gracias a las extraordinarias acciones de los últimos cinco años, Europa y España están doblando la esquina” de la crisis, ha señalado Lagarde. “Pero la tarea dista mucho de haber terminado. El crecimiento sigue siendo demasiado bajo y el desempleo demasiado alto para cantar victoria frente a la crisis”, ha añadido al inicio de un discurso con dos partes diferenciadas, una sobre Europa y otra más centrada en España, distribuido a los medios antes de su intervención.

En la parte española, la directora gerente del FMI ha empezado con las buenas noticias: la vuelta al crecimiento, la mejora gradual del desempleo, el crecimiento de las exportaciones, el saneamiento del sector financiero y la mejora del saldo por cuenta corriente. Lagarde ha atribuido buena parte del mérito al rescate financiero, en el que el FMI ha participado como asesor, a la reforma del mercado laboral de hace dos años y a las reformas presupuestarias.

Pero “las cicatrices de la crisis son profundas y llevará años curarlas”, señala el texto de su discurso. Entre esas cicatrices, Lagarde ha destacado la de los cerca de seis millones de parados, de los que cerca de la mitad son parados de larga duración. Ha destacado el paro juvenil.

La directora gerente ha suscrito las palabras de Rajoy acerca de que España ha salido de la recesión, pero no de la crisis. “Crear empleos debe ser la prioridad”, ha señalado antes de exigir que España no cese en sus reformas. Ha puesto deberes en tres áreas.

En primer lugar, ha reclamado profundizar en las reformas del mercado laboral. Lagarde no ha concretado demasiado, pero ha dicho que “tanto las empresas como los trabajadores necesitan estar seguros de que pueden alcanzar los acuerdos apropiados sobre condiciones de trabajo y salarios”, algo que considera esencial para mantener y crear empleos.
Políticas activas de empleo

Lagarde ha pedido también un mayor esfuerzo en políticas activas de empleo, con ayudas a la formación y a la búsqueda de trabajo. Y también ha reclamado una rebaja de la carga fiscal de emplear personas, especialmente en los segmentos de sueldos más bajos, de modo que haya menos barreras para que los trabajadores encuentren empleo.

La segunda área a vigilar es la deuda. En lo que se refiere a las empresas, el FMI insiste en que hay que facilitar a empresas insolventes, pero viables la reestructuración de su deuda para que eviten el cierre y puedan seguir invirtiendo y contratando. Y en relación con el sector público, rebajar la deuda implica “continuar reduciendo el déficit de forma gradual, de un modo favorable para el crecimiento, especialmente mediante un mayor peso de los impuestos indirectos”, ha dicho.

El tercer gran grupo de reformas reclamado por Lagarde se centra en el entorno empresarial, “que es necesario reforzar”. El FMI quiere que sea más fácil crear empresas y que estas crezcan y ganen competitividad. En ese sentido, ha aplaudido los planes para liberalizar las profesiones y para la unidad de mercado, que llevan mucho retraso con respecto a los calendarios que anunció el Gobierno.

Lagarde, que ha acabado citando a Cervantes, ha admitido que faltan “años de decididos esfuerzos tanto del Gobierno como de la sociedad” y ha puesto como ejemplo la transformación de Bilbao en los últimos 25 años. “Es nuestra responsabilidad colectiva no solo restaurar el crecimiento, sino también permitir que millones de personas vuelvan al trabajo”, ha declarado.

A preguntas del secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, Lagarde ha señalado que la mejor prueba de que España está retomando el creicmiento es el interés de los inversores por el país. pero el reto, ha subrayado, es que las inversiones se traduzcan en empleo.
Pide al BCE que sea más agresivo

Con respecto a Europa, Lagarde ha dicho que “la zona euro está finalmente emergiendo de una profunda recesión. También ha destacado la vuelta al crecimiento, ensombrecida por las altas tasas de paro y los altos niveles de deuda.

También ha establecido tres grandes prioridades para Europa. En primer lugar, reforzar la arquitectura de la unión monetaria, completando la unión bancaria y saneando los balances de las entidades financieras.

En segundo lugar, sostener la demanda a través de la política fiscal y financiera. El BCE ha tomado un buen número de medidas potentes para ayudar a la zona euro. Hacen falta incluso políticas y medidas más acomodaticias para hacer frente a la baja inflación, por debajo del objetivo, y para lograr un crecimiento duradero y empleos”. En cuanto a los Gobiernos, reclama planes creíbles de consolidación fiscal y reducción del déficit a medio plazo.

La tercera prioridad es continuar con las reformas en los mercados de trabajo y de productos para mejorar la competitividad y la productividad. Lagarde ha pedido sistemas fiscales más sencillos, mejores regímenes de insolvencia y más facilidades para la creación de empresas.

El Pais

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