Como estaba previsto, la canciller Merkelha dado un largo paseo junto al lago del castillo de Messeberg (al norte de Berlín) con Mariano Rajoy antes del inicio de la cumbre bilateral de ambos gobiernos. En el momento en que se fijó la fecha para este encuentro, casi romántico, todo apuntaba a que sería la ocasión perfecta para que Merkel felicitase definitivamente y en otoño electoral al presidente español por lo bien que ha aplicado las reformas y que concretasen incluso alguna política europea de crecimiento y empleo, teniendo presente a los jóvenes parados españoles.
Finalmente, la actualidad ha impuesto en la agenda el asunto prioritario en estos momentos en Europa: los refugiados. La UE celebrará una cumbre extraordinaria el 14 de septiembre y los dos jefes de gobierno la van a preparar juntos en esta cumbre, de dos días de duración.
Finalmente, la actualidad ha impuesto en la agenda el asunto prioritario en estos momentos en Europa: los refugiados. La UE celebrará una cumbre extraordinaria el 14 de septiembre y los dos jefes de gobierno la van a preparar juntos en esta cumbre, de dos días de duración.
Este domingo supimos que la camioneta detenida en Austria con 26 refugiados a bordo, entre ellos tres niños en estado grave por deshidratación, estaba matriculada en España, una prueba más de la larga experiencia que nuestro país tiene con las mafias de traficantes de personas y con la llegada sin control de ciudadanos africanos en busca de un futuro mejor. España, sin duda, tiene mucho que aportar al diseño de la estrategia europea para la gestión de esta crisis y, aunque en principio la voluntad es muy constructiva, hay algunos puntos de disenso con Merkel.
Alemania aboga por el establecimiento de cuotas vinculantes de recepción de refugiados que repartan equitativamente la responsabilidad entre los países europeos. También parece dispuesta a una millonaria respuesta solidaria destinada a los países de origen y el ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier ha declarado que “las vallas no son la solución”.
España está de acuerdo en que “el reto debe ser abordado de manera solidaria, integral y común”, en palabras pronunciadas el pasado viernes tras la reunión del Consejo de Ministros por la vicepresidenta del Ejecutivo Soraya Sáenz de Santamaría, pero está por ver qué le susurra al oído Mariano Rajoy a Angela Merkel sobre el asunto de las cuotas vinculantes.
Hasta ahora España ha cumplido el Protocolo de Dublín escrupulosamente y se hace cargo de sus refugiados con proceder intachable, lo que la haría potencial candidata a ayudas a los países receptores en el Mediterráneo. Lo que el gobierno Rajoy pueda aportar en ayudas a países de origen o tránsito es otro cantar.
Pero no es la agenda lo único que ha sufrido cambios en esta visita. El plan inicial para esta bilateral era que la canciller invitase a Rajoy a visitar Stralsund, su distrito electoral y donde, por ejemplo, obsequió a Nicolas Sarkozy con un barril de típicos arenques en escabeche que el francés todavía le ha recordaba en una de sus últimas conversaciones telefónicas.