La Copa del Mundo 2014 ya tiene balón oficial. Presentado en el Parque Lage de Río de Janeiro, Brazuca (en referencia al cariñoso apelativo con el que se denomina a los brasileños tanto en Brasil como en el resto de Latinoamérica) ha nacido con 437 gramos de peso y 69 centímetros de circunferencia. Rodará por los estadios de las doce sedes del próximo Mundial – Río de Janeiro, Sao Paulo, Belo Horizonte, Porto Alegre, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Manaus, Natal, Recife y Salvador de Bahía – y todo apunta a que cautivará la simpatía de la afición. Su colorido, en tonalidades verde, azul y naranja evoca a la energía positiva del pueblo brasileño, aunque también a las mundialmente conocidas cintas de recuerdo del Señor de Bonfim, patrón del Estado de Bahía.
Según el fabricante, Brazuca es el producto de dos años y medio de pruebas. 600 jugadores de la flor y nata mundial -Lionel Messi, Iker Casillas o Zinedine Zidane, entre otros – han participado en los experimentos preliminares hasta llegar al resultado final: una esfera compuesta por seis paneles en hélice inspirada en el Tango 12 (Eurocopa 2012 ), el Cafusa (Copa Confederaciones 2013) y el balón oficial de la Champions League. Adidas asegura que ninguna pelota ha sido sometida a tantas pruebas en la historia de la marca.
En la presentación ante la prensa mundial en el bucólico Parque Lage de Río de Janeiro, los padrinos de Brazuca fueron los brasileños Cafu y Hernane, y el holandés Seedorf, que alabaron las cualidades del nuevo balón mundialista y hasta se animaron a darle unos toques de cabeza. Dicen que es ligero y que sorprenderá a las selecciones participantes en la Copa del Mundo. Qué duda cabe de que el diseño es osado y que responde fidedignamente a la campaña del fabricante “todo o nada”, con el lema “quiéreme u ódiame”. La idea es no dejar a nadie indiferente. De momento, su nombre ya ha recibido el visto bueno del 78% del millón de internautas que se han pronunciado. Su diseño y su desempeño sobre el terreno de juego aun deberán recibir las bendiciones de las selecciones y sus hinchadas.
El Pais