El presidente Barack Obama se pronunció este martes en Washington a favor de una España “fuerte y unificada”. La declaración de Obama, tras reunirse con el rey Felipe VI, llega a menos de dos semanas de las elecciones del 27-S y en un momento de tensión por el futuro encaje de Cataluña en España. Obama evitó citar a Cataluña y después eludió dos preguntas de periodistas sobre si el asunto había figurado en la reunión. Pero sus palabras responden al deseo de las autoridades españolas de encontrar respaldos más explícitos de sus aliados a la posición del Gobierno ante la posibilidad de una secesión.
“En materia de política exterior, estamos profundamente comprometidos en mantener una relación con una España fuerte y unificada”, dijo Obama, sentado junto al Rey en el Despacho Oval de la Casa Blanca. El presidente manifestó su deseo de viajar a España antes de terminar su mandato, en enero de 2017.
Obama y el monarca hicieron sendas declaraciones, sin aceptar preguntas, tras una reunión de casi una hora, en la primera visita oficial de don Felipe como rey a la capital de Estados Unidos. Obama no entró en más detalles, y cuando EL PAÍS le preguntó específicamente si ambos habían hablado de Cataluña, se limitó a responder: “Gracias”.
“Nos necesitamos mutuamente”, dijo Felipe VI, en alusión a EE UU y España. “Nos necesitamos con otras naciones. Estamos en un momento en el que todo lo multilateral adquiere enorme importancia”. El Rey no habló, ni siquiera tangencialmente, de asuntos internos españoles.
La escena internacional se ha convertido en un campo de juego de la pugna sobre Cataluña. Las elecciones del 27-S, que la candidatura que impulsa el president, Artur Mas, quiere convertir en un plebiscito sobre la independencia, intensifican la pugna.
La Generalitat y los partidarios de la independencia han desarrollado en los últimos años una intensa actividad en Washington para exponer sus argumentos, primero a favor de un referéndum y, luego de la viabilidad de una Cataluña independiente. La idea es que la internacionalización del contencioso es la mejor vía para recabar apoyos para la causa del soberanismo.
Hasta ahora, la respuesta casi idéntica que altos funcionarios estadounidenses y los portavoces de la Casa Blanca ofrecían era que se trata de un asunto interno español. Obama mencionó la unidad de España sin que mediase ninguna pregunta de la prensa.