El anuncio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que en breve comparecerá el director del CNI, Félix Sanz Roldán, para explicar en sesión reservada y secreta del Congreso los interrogantes sobre el espionaje masivo de Estados Unidos a muchos países y también a España ha llegado cuando la situación ha variado en horas. “Me tomo muy en serio este asunto”, ha dicho Rajoy. Lo cierto es que revelaciones periodísticas señalan que tanto los servicios de inteligencia de España como Francia, países espiados, han colaborado activamente con la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Esta revelación ha producido un giro en las intervenciones de los grupos parlamentarios en el Congreso, donde se celebra un pleno sobre el último Consejo Europeo de la pasada semana que estuvo imbuido por este asunto. Los portavoces han hecho una doble petición. Por un lado, que el Gobierno pida explicaciones a Estados Unidos y de otro que el CNI cuente si ha ayudado al espionaje.
Ante las peticiones de algunos grupos de oposición de más energía en la demanda de explicaciones, el presidente ha zanjado: “Primero, vamos a recabar información y, después, tomaremos las decisiones que nos parezcan mejor y las traeremos a este Parlamento”. Esta ha sido una respuesta a quien le pedía más acciones, como Rosa Díez de UPyD. “A mí en este momento me parece suficiente con que venga el director del Centro Nacional de Inteligencia”, ha zanjado Rajoy. Nada ha dicho sobre si España ha colaborado o no en el espionaje a otros países. Díez ha pedido la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a cuyo cargo está el CNI, y Olaia Fernández Davila, del BNG, ña del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo.
La actitud del líder del primer partido de la oposición, el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha rezumado conocimiento de la materia al haber sido vicepresidente del Gobierno, pero sobre todo ministro del Interior. No tiene la menor duda de que el intercambio de información con otros países es fundamental para la luchar contra el terrorismo y el crimen organizado y solo se consigue con años de trabajo para generar “confianza”. “Compartir confianza entre servicios de inteligencia es muy serio y no es fácil; cuesta mucho”, ha advertido. “A Estados Unidos hay que decirle que si sus servicios de inteligencia hace cosas en otro país que no conoce, se pierde la confianza”. Y, además: ”Si ha hecho cosas que afectan a nuestro Gobierno y a nuestras instituciones entonces estamos hablando de deslealtad”. Esto es lo que hay que decir a Estados Unidos y de lo que hay que hablar con el director del CNI. “Clarificar lo que está pasando, preguntar a Estados Unidos y en su caso pedir responsabilidades a Estados Unidos”, ha concluido el líder del PSOE.
No ha querido quedarse atrás el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, y se ha puesto al frente de la manifestación en la petición de explicaciones porque “se iría más allá de haber quebrantado la confianza y la lealtad”, como ha dicho Rubalcaba, sino que se estaría ante una práctica de vulneración de las libertades. Agradecimiento es lo que ha transmitido el jefe del ejecutivo a Rubalcaba con el planteamiento que ha hecho de este asunto. “No esperaba de usted otra cosa”, ha elogiado Rajoy a su adversario político.
En una línea similar a Rubalcaba se ha manifestado el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida. “Condena enérgica a la actitud de Estados Unidos pero no puede empañar nuestra relación con ese país en materia de comercio exterior que ahora se está tratando”. Un debate profundo sobre “protección de datos personales”, se antoja urgente para Duran. Nada ha tenido que objetar el presidente al dirigente catalán.
A partir de la intervención de Duran Lleida, con distintos tonos, ya quedó claro que todos los portavoces iban a pedir explicaciones al presidente sobre la actuación de los Estados Unidos en España y la colaboración de este país con los servicios secretos norteamericanos. El portavoz de Izquierda Plural, Cayo Lara, ha tachado de “templadita” la reacción del Gobierno sobre el espionaje, propia de una “relación colonial”, con “seguidismo y falta de dignidad”. Después, las preguntas. “¿Puede usted señor Rajoy asegurar que desconocía el espionaje a nuestro país”? Y, una sospecha: “Aparenta que se siente ofendido pero permite que servicios de inteligencia extranjeros operen aquí”.
Le hubiera gustado a Rosa Díez, portavoz de UPyD que el presidente se hubiera colocado con quienes han tenido una reacción contundente, “con los firmes, como ha sido la canciller alemana”. A la espera de Sanz Roldán en el Congreso, la dirigente de UPyD pregunta si el CNI sabía que espiaban a España: “¿Y lo permitieron?”.
Menos preguntas ha hecho Aitor Esteban, del PNV, al constatar con dosis de realismo la naturaleza del trabajo de los servicios de espionaje de todo el mundo. Eso sí, ha hecho una petición al presidente para que el director del CNI cuando venga al Congreso “cuente algo”, porque, “ en vez de una reunión de secretos oficiales parece de silencios oficiales”, según su experiencia del desarrollo de esas reuniones de la Comisión de Fastos Reservados, conocida como de secretos oficiales.
“¿Usted conocía la existencia de estas escuchas masivas; hubo colaboración franco-española y si no lo conocía, cómo se dejó la inteligencia española espiar de esa forma tan desproporcionada”?, ha preguntado Alfred Bosch, de ERC. Además de Lara y Díez, los representantes del Grupo Mixto han sido los más exigentes en la petición de explicaciones. Ningún diputado de este grupo está representado en la comisión de secretos oficiales, porque el PP se niega a que un parlamentario de ERC forme parte de ese grupo restringido.
Por eso, el diputado de Amaiur Rafael Larreina ha pedido que las explicaciones se den en el pleno del Congreso, con luz y taquígrafos. Esto es lo que ha hecho el director de la agencia de Seguridad norteamericana, que ha comparecido en el Congreso, aunque realmente no haya aportado información destacable. Las preguntas han seguido por Olaia Fernández Davila, del BNG, y Joan Baldoví, de Compromís-Equo. Los dos reclaman la presencia del Grupo Mixto en la comisión de secretos oficiales, pero como no hay trazas de que el asunto se solucione, ha registrado la petición de comparecencia del ministro de Exteriores para que explique el espionaje y la “actitud colaboradora” del Gobierno español.
“Cuidado señor Rajoy con sus llamadas; espía el Gran Hermano”, ha sido la apreciación de Enrique Álvares Sostres, de Foro Asturiano. Carlos Salvador de UPN se muestra preocupado por si se puede “banalizar” el caso sobre quien ha sido espiado como muestra de su relevancia porque el asunto es de extremada gravedad.
Las palabras del presidente del CNI, respecto a que siempre este servicio actúa con arreglo a la legalidad, ha sido matizado por el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida. “Todos los servicios secretos no siempre respetan la legalidad y todo el mundo lo sabe”.
De momento a la estrategia de la discreción contribuye la administración norteamericana aunque de las palabras del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se desprende que las informaciones periodísticas norteamericanas, también ahora francesas, tienen fundamento. Estados Unidos mantiene “importantes relaciones de cooperación con los servicios de inteligencia de otros países”, ha dicho Carney. Con estos países comparte e intercambia datos “que contribuyen a la seguridad “ de los Estados Unidos y de ellos mismos.