Mariano Rajoy ha viajado a China decidido a vender la recuperación económica sin matices a la búsqueda de inversores y acuerdos entre grandes compañías. El presidente, según fuentes del Ejecutivo, está especialmente interesado en este viaje en rematar acuerdos de alto nivel ya muy avanzados entre grandes empresas como Alibaba, el gigante de la distribución, e Inditex, el de la moda -ambos presentes en el primer encuentro económico presidido por Rajoy en China- y otros en el sector agroalimentario, como la china Fosum y la española Osborne.
Mientras tanto el Banco de España como el ministro de Economía, Luis de Guindos, han lanzado estos días mensajes cautelosos sobre el ritmo de la recuperación en España, afectado por el frenazo de la eurozona, Rajoy en China ha querido trasladar una idea muy diferente y se ha dedicado sobre todo a comparar cómo estaba la situación cuando él llegó al Gobierno y cómo está ahora. El presidente ha reivindicado ante los empresarios chinos que España se salvó del rescate, hizo “un ajuste presupuestario entre los más intensos de las economías desarrolladas”, saneó su sistema financiero y aprobó una reforma laboral “otorgando más flexibilidad a las empresas”.
“La situación económica de España es ahora diametralmente opuesta a la que teníamos hace tres años, gracias a un cambio de rumbo decidido de la política económica y unas perspectivas indudablemente mejores” les ha explicado Rajoy a los empresarios chinos. “España ha dado la vuelta a la situación y está creciendo, creando empleo, exportando, invirtiendo y haciéndolo de forma sostenida y sostenible”.
El presidente ha insistido en la idea que España triplica el crecimiento medio de la zona euro y ha querido obviar esos matices o dudas del Banco de España y del propio ministro, que precisamente mañana presentará las previsiones de crecimiento para 2015 con las que se harán los Presupuestos. “España crece en estos momentos a una tasa superior a la de sus vecinos de la Eurozona, y lo que es más importante, ha establecido bases sólidas para que esto siga siendo así en los próximos años, y se haga de forma sostenible”, ha insistido el presidente.
Rajoy inicia así su agenda oficial en China, un viaje varias veces retrasado por cuestiones políticas —los chinos exigían el cambio de la legislación sobre justicia universal para archivar el proceso contra la anterior cúpula por genocidio en el Tíbet— con un intento por ampliar los negocios de las empresas españolas aquí y sobre todo buscar inversiones en España.
“Es cierto que existe un desequilibrio en estas relaciones —nuestro mayor déficit bilateral lo tenemos con China, de manera sostenida—” ha admitido el presidente —España importa cuatro veces lo que exporta a China, y el 7% de todo lo que llega a España viene de este país— pero ha explicado también que las exportaciones se han duplicado desde 2009. El presidente obvió que entre enero y abril de este año las exportaciones a China se han contraído un 0,9%.
Rajoy, que en su discurso puramente económico no ha introducido ni una sola mención a la cuestión del respeto a los derechos humanos en China, ha explicado que España busca negocios en especial en algunos sectores ligados al crecimiento constante del gigante chino. Las necesidades de China, muy especialmente las ligadas a la urbanización, teniendo en cuenta que 100 millones más de ciudadanos chinos se mudarán a las ciudades de aquí a 2020, suscitan oportunidades para empresas españolas.
“China tiene grandes planes para generar un crecimiento más sostenible, y España una amplia experiencia nacional e internacional en sectores como infraestructuras, medioambiente y energía, renovables en particular, entre otros”, ha explicado. También confía el presidente en aumentar las exportaciones en “sectores de consumo, alimentación y moda, cada vez más demandados por la creciente clase media en China”.
El presidente insiste en vender España como un país ideal para invertir en este momento, con la idea tradicional de puente para Iberoamérica, aunque las empresas chinas cada vez están más presentes en los grandes países latinoamericanos sin necesidad de intermediarios españoles. “Pocos países como España ofrecen tan buenas oportunidades de inversión en un entorno tan abierto y competitivo. Nuestro país es un puente natural para acceder a Europa, Iberoamérica e incluso el Magreb”, ha explicado Rajoy.
Nada más concluir el foro económico en Shangai y tras una reunión con el alcalde y un breve recorrido por el Bund, la ribera del río Huangpu desde la que se aprecia la zona financiera con los grandes rascacielos de esta ciudad de 24 millones de habitantes, se ha marchado a Pekín donde se reunirá hoy con el primer ministro y mañana con el presidente del país más poblado del planeta.