Pablo Picasso marcó en la noche del lunes un nuevo récord en la que algunos expertos han venido a denominar “la subasta del siglo”. La casa Christie’s en Nueva York vendió Les femmes d’Alger (Versión O), de 1955, por 179,3 millones de dólares (160,8 millones de euros). De este modo, la que es considerada una de las obras cumbre del artista malagueño se convierte en la pintura que alcanza el precio más alto en una subasta pública.
Hasta ahora, este récord lo ostentaba el británico Francis Bacon con su tríptico Three studies of Lucian Freud, que en 2013 alcanzó los 142,4 millones de dólares en otra subasta celebrada por la misma casa.
Les femmes d’Alger no tardó en superar esa cifra. No habían pasado ni cinco minutos desde que comenzara la puja cuando la oferta ya superaba los 143 millones. A las 19:31 hora locales, 12 minutos después de que se abriera la subasta, el mazo caía y la obra de Picasso pasaba a nuevas manos por 160 millones de dólares. A ello hay que añadirle el 12% de prima estándar fijada por Christie’s, con lo que el precio final asciende a 179,2 millones de dólares.
Pocos se han sorprendido sin embargo del alto precio alcanzado por la obra final de la serie de casi 100 estudios en papel y otros 14 lienzos además del subastado, realizada por Picasso en homenaje a Eugène Delacroix y a Henri Matisse, que había fallecido poco antes de que el malagueño comenzara este proyecto en 1954.
La expectativa era muy alta para esta obra, cuyo valor estimado por la casa subastadora era de 140 millones de dólares (125,5 millones de euros). Les femmes d’Alger, una de las pocas obras maestras de Picasso que continúan en manos privadas, había sido subastada públicamente por última vez por la misma casa en 1997. En ese entonces alcanzó los 31,9 millones de dólares, más del doble de los 12 millones fijados como precio inicial.
Pero Picasso no fue el único artista que hizo saltar la caja -y los récords- el lunes. También la escultura del suizo Alberto Giacometti L’homme au doigt (1947) alcanzó el asimismo desorbitante precio final de 141,28 millones de dólares (126,3 millones de euros). Christie’s la había valorado en 130 millones (116,6 millones de euros). De este modo el suizo se confirma como el escultor más caro del mundo. Y bate su propio récord en el rubro, que ostentaba con El hombre que camina I (1961), vendida en Londres por 104,3 millones de dólares hace cinco años.
De hecho, en algún momento los expertos llegaron a sopesar si Giacometti podría llegar a superar a Picasso en esta espectacular puja, que también logró precios millonarios para obras de Claude Monet (Le Parlement, soleil couchant), Mark Rothko (No 36, Black Stripe) o Andy Warhol (Silver Liz). Y así hasta un total de 35 lotes con los que, bajo el sugerente título Looking forward to the past, Christie’s hizo un lucrativo recorrido por algunas de las obras fundamentales para comprender el Siglo XX y los comienzos del XXI. Las ventas finales superaron los 700 millones de dólares, según la propia casa de subastas.
Picasso y Giacometti fueron sin embargo las estrellas indiscutibles de la subasta.
“Estas dos obras pueden establecer un récord mundial”, había adelantado el vicepresidente de Christie’s, Loic Gouzer, en vísperas de la subasta, informó AFP.
La “rivalidad” en las subastas entre Picasso y Giacometti viene de largo. En mayo de 2010, Christie’s vendió Desnudo, hojas verdes y busto (1932) del pintor malagueño por 106,4 millones de dólares, lo que convirtió a Picasso en ese momento -como ahora- en el cuadro más caro jamás subastado. De paso, destronaba a Giacometti, que durante unos meses había sido el artista con la obra más cara jamás subastada con El hombre que camina I (1961). El suizo a su vez había acabado con el récord de Picasso establecido en 2004 con su Muchacho con pipa, que alcanzó en la subasta londinense de Sotheby’s los 104,1 millones de dólares.