A falta de ocho meses para que comience el Mundial, quien intente comprar su billete se dará cuenta de que el precio puede ser hasta diez veces mayor que cualquier otro día.
El valor que se cobra al pasajero es superior, por ejemplo, al de billetes a Europa o a los Estados Unidos en el mismo periodo.
La tarifa aumentó principalmente en los trayectos más demandados, como el puente aéreo entre los aeropuertos de Congonhas (São Paulo) y Santos Dumont (Rio), la ruta con más movimiento de Brasil.
El turista que quiera salir de Rio e ir a São Paulo para asistir a la apertura del torneo, el 12 de junio, pagará R$ 2.393 (US$ 1.096) ida y vuelta con TAM. (El pasado jueves, el valor era R$ 350 -US$ 160- más caro; el viernes, día en el que Folha cuestionó a la empresa, el precio cayó.)
Viajar dentro de Brasil acaba siendo más caro que ir a Curaçao, en el Caribe (US$ 870), o a Buenos Aires (US$ 412) y un poco menos de lo que cuesta ir y volver de Nueva York o París.
Con otras compañías aéreas, el precio es igual de alto en el caso del puente aéreo durante el Mundial. Con Avianca, el billete de ida y vuelta cuesta R$ 1.893 (US$ 867) y con Gol, R$ 1.673 (US$ 766).
Si se reserva fuera del Mundial, el valor vuelve a la normalidad. Un billete para marzo en el puente aéreo sale como máximo por R$ 227 (US$ 104) con cualquier compañía.
La alternativa será el autobús. El viaje de ida y vuelta entre São Paulo y Rio con la empresa Itapemirim para junio es la misma que la de ahora: de unos US$ 36 (convencional) a unos US$ 87 (cama, que se reclina 65º). El trayecto supone cerca de seis horas.
Si lo que se quiere es ir de São Paulo, desde Congonhas, a Belo Horizonte para ver un partido de los octavos de final, el 28 de junio, e billete cuesta US$ 1.246 con TAM.