13
jan
2014

Cristiano Ronaldo saltó al campo en Cornellà con un ojo puesto en lo alto de la Liga y otro en la gala de Zúrich. El sábado habían firmado tablas los líderes, el Barcelona y el Atlético, y el Real Madrid debía aprovechar la oportunidad para acortar distancias. Y hoy (18.20, C+Liga) se celebra en Suiza la gala de entrega del Balón de Oro, que presenta al portugués como gran candidato para alzarse con el premio por segunda vez en su carrera.

Tardó en despertar el Madrid en Cornellà-El Prat. Se multiplicaron los muchachos blanquiazules de salida y los de Ancelotti no lograban encontrar el cuero. Incómodos los jugadores del técnico italiano, Cristiano se extravió un buen rato en su banda. Cerca de Di María, que saltó al campo en su ala, y de Marcelo; lejos de sus socios, Xabi Alonso y Modric.

El portugués no se encontró con el balón. Su primer intento de cara a puerta se produjo cuando ya se había rebasado el primer cuarto de hora. Con el correr de los minutos el Madrid comenzó a calentar motores y el portugués empezó a encenderse. Y con Ronaldo en el partido, el arco de Casilla recibió la visita del cuero con frecuencia. Ya no estuvo tan cómodo el Espanyol.

Se inventó Benzema una gran jugada en tierra de Casilla, pero el cuero le quedó un poco atrás al 7, que no pudo rematar con claridad. Cristiano ya decía presente en el partido. Y probó tres veces más al portero blanquiazul, dos desde media distancia y otra con un tiro libre marca de la casa que Casilla despejó con dificultad. Pero, estaba visto, no tenía su día Cristiano. Lo intentó una y otra vez, pero no pudo abrir la lata. Siempre lo enmudeció el portero del Espanyol. La ocasión más clamorosa para el delantero portugués se produjo en el último suspiro, casi a puerta vacía, en un segundo remate tras el rechazo de Casilla a tiro de Benzema. CR se encontró con el balón y toda la defensa del Espanyol desplazada, pero ni así logró enviar a la red. Su disparo, cruzado, se fue fuera. No es problema para el delantero blanco que continúa como máximo goleador de la Liga y que, a fin de cuentas, se fue de Cornellà con la tranquilidad de que su equipo se llevó los tres puntos. Hoy le esperan en Suiza.

Cristiano estará en Zúrich para la gala del Balón de Oro 2013, después de las dudas iniciales en torno a su presencia en la ceremonia. “Es un tema cerrado y no quiero hablar más de eso. Solo voy a decir que voy a ir a la gala”, sentenció el portugués tras la victoria del Madrid ante el Celta (3-0). CR estará arropado en Suiza por toda su familia, su madre, sus hermanos y su cuñado. Tampoco se perderá el evento su novia, la modelo Irina Shayk, y su amigo y representante Jorge Mendes. Será la primera vez que Cristiano tenga a toda la familia a su lado en una gala, ya que cuando ganó en 2008 solo viajó con su hermano y su cuñado. Un guiño de Cristiano, que espera con ansias su segundo Balón de Oro tras el que obtuvo en 2008. Las cuatro siguientes ediciones del galardón las ha ganado Messi, que hoy vuelve a estar entre los candidatos, junto a CR y a Ribéry.

“Merezco ganar el Balón de Oro todos los años”, aseguró Cristiano en una entrevista al diario portugués A Bola. El premio es un viejo anhelo del delantero del Madrid. Nadie ha autografiado más porterías que Cristiano en 2013. 69 dianas gritó el 7, su récord personal superando las 63 de 2012. El 2014 empezó dulce para el delantero, con dos goles al Celta. Pero el delantero, que suma 230 goles en 221 partidos con la camiseta del Madrid, no anda tan fino desde que se lesionó en Almería. En Cornellà no pudo gritar gol, pero tiene su mira puesta en Zúrich, donde se fue con el corazón contento, con el cariño que le ofreció la numerosa afición del Madrid en el estadio blanquiazul y sabedor de que su equipo está ahora a tres puntos del liderato de la Liga.

El Pais

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