18
nov
2013

España cumple prácticamente al 100% las condiciones del rescate. El Eurogrupo aprobó la semana pasada una salida “limpia” del programa de ayudas a los bancos: 100.000 millones de euros a cambio de duras condiciones para reestructurar el sistema financiero y para imponer reformas y recortes en el conjunto de la economía. Y aun así, la Comisión, el FMI y el BCE constatan que hay aún varios desafíos en el horizonte ya que el sector financiero español “sigue siendo vulnerable”: la moribunda recuperación, los altos niveles de deuda pública y privada, el alza continua de la morosidad y las futuras necesidades de capital (tras el examen del BCE) son los principales riesgos.

En líneas generales, el rescate va por buen camino: la banca española ha salido de la UVI, lo cual no significa que goce de una salud a prueba de bombas. La troika constata que los bancos siguen sin prestar dinero: el crédito cae a tasas del 9%, según el informe, lo que a su vez dificulta la reactivación. Y achaca parte de ese cierre del grifo del crédito a la compra de deuda pública por parte de los bancos, un fenómeno que en la imposible jerga financiera se conoce como carry trade: los bancos piden prestado a tipos bajísimos del BCE y lo colocan en deuda pública española a intereses superiores al 4%. Esta actividad, añade el documento, explica en buena medida el regreso del sector a beneficios en los últimos trimestres.

“Mientras los bancos consideran que la débil demanda solvente es el principal motivo de la caída del crédito al sector privado, hay también factores de oferta que influyen”, indica el informe. El estudia atribuye al citado carry trade el recorte del crédito. Señala que las PYMES tienen aún serias dificultades de financiación. Y asegura que los bancos “no han trasladado aún a sus clientes la mejora en sus propias condiciones de financiación”. Además, asegura que la contracción actual de los préstamos “tocará fondo” en 2014 y a partir de ahí “aumentará ligeramente hasta finales de 2015, con la excepción de las pymes”.

La troika vincula los puntos débiles del sector con la mala situación económica de España, al tiempo que advierte de que tanto las entidades españolas como el mercado “siguen siendo vulnerables a acontecimientos nacionales e internacionales adversos”. Por este motivo, pide a los bancos que mantengan o refuercen su nivel de capital con el fin de ganar resistencia de cara a los exámenes del BCE y la Autoridad Bancaria Europea.

El Pais

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