06
set
2013

El expresidente brasileño Lula da Silva se ha echado abiertamente al ruedo de la pelea trabada entre Brasil y el Gobierno de Estados Unidos con motivo de las presuntas acciones de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), que alcanzaron incluso hasta la correspondencia personal de la presidenta Dilma Rousseff. Sin medias tinta, Lula ha sugerido a la presidenta que de un “basta” a Obama.

Según él, Estados Unidos está “amenazando la soberanía del mundo” y Obama “debe disculpas a la presidenta Dilma y a Brasil”. Y añadió: “Creo que la respuesta estadounidense no puede ser vía diplomática, porque el espionaje no fue por la vía diplomática. El espionaje fue espionaje, entonces creo que cabe a Obama pedir humildemente perdón a la presidenta Dilma y a Brasil”.

Estados Unidos, según el expresidente brasileño, “no fueron elegidos para actuar como “sheriff del mundo” y los americanos “pasaron el límite del respeto a la soberanía de los países”. Y advirtió: “Si quieren saber algo de Dilma, que me lo pregunten a mí”. A los brasileños que apoyan la acción americana los calificó de “perros callejeros”, usando el epíteto que se solía dar a los brasileños acerca de su complejo de inferioridad frente al resto del mundo.

Lula acababa de tener un almuerzo con un grupo de dirigentes de su partido (PT) y como reflexionando con ellos dijo: “Nosotros que hemos pasado toda la vida luchando por la democracia, por la soberanía, no podemos admitir, bajo ningún pretexto, que un país intente grabar, copiar correos electrónicos, llamadas de teléfono de un país o de un presidente de la República, como hicieron con Dilma”.

La verdad de todo, dijo Lula, es la siguiente: “Los americanos no soportan el hecho de que Brasil se haya convertido en un actor global. En el fondo, lo máximo que ellos aceptan es que Brasil continúe como subalterno, como ya lo fue”.

Concluyó Lula su acalorada declaración defendiendo la creación de “más instituciones multilaterales” para disminuir la influencia americana o el papel del dólar en las financias internacionales. Acerca de si Dilma Rousseff debería anular la visita oficial ya programada para el 23 de octubre a EE UU, Lula no quiso opinar aunque dijo que esperaba que “Dilma dé un basta democrático a Obama.

El presidente estadounidense, en su encuentro con Rousseff y con el presidente mexicano Peña Nieto en Rusia, durante el encuentro del G20, les prometió que su Gobierno trabajará con ambos países para “disipar las preocupaciones provocadas por las revelaciones de espionaje americana contra los dos países”, según informaron fuentes de la Casa Blanca.

En Brasil, hasta el momento no se conocen informaciones sobre la conversación a puerta cerrada entre Obama y Dilma.

El Pais

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